En 1924 la actividad futbolística fue muy destacada, sin embargo en 1925 y 1926 decayó significativamente tanto en Lumbier como en el resto de Navarra. En este periodo el Ilumberri jugó algunos partidos amistosos, generalmente en el Lardín, y contra equipos de Pamplona. También renovó su Junta Directiva en la que Jacinto Arizcuren relevaría en el cargo de presidente a Tirso Seriola.
A finales de este periodo, en noviembre de 1926, mediría sus fuerzas jugando dos partidos contra el Plus Ultra de Sangüesa, equipo que tomó el relevo al C.D. Beti Aurrerá. En el Lardín ganó seis a uno y en el “Llano Real” cero a dos.
En estos años la pelota le ganó el protagonismo al fútbol gracias a la organización de los primeros campeonatos navarros de pelota, donde el C.D. Ilumberri se inscribió como club estando representado por pelotaris de Pamplona y su comarca. En Lumbier prácticamente no se jugaba a pelota por el mal estado del frontón, hecho denunciado varias veces ante el Ayuntamiento, revindicando su arreglo.
I Campeonato. El campeonato se jugó a principios de 1925 íntegramente en el Euskal-Jai de Pamplona. El C.D. Ilumberri sólo participó en la modalidad de pala. Los pelotaris que nos representaron fueron Ignacio Astiz y Juanito San Julián, jugadores de Pamplona de una gran calidad contrastada. Los de Lumbier se quedaron campeones de su grupo y pasaron a la final que la jugó contra el C.D. Pamplonés representado por una pareja muy competente a nivel aficionado, Michel y Baleztena. El partido se esperaba con gran interés ya que ambas parejas estaban muy igualadas en cuanto a juego. El Euskal Jai se llenó por completo y el ambiente fue extraordinario, divisándose muchos seguidores lumbierinos en las gradas. El partido no defraudó a los aficionados. Finalmente Astiz y San Julián se impusieron por 50 a 40, proclamándose los primeros Campeones de Navarra en la modalidad de pala.
El triunfo logrado en el primer campeonato navarro de pelota a pala llenó de orgullo al pueblo y en agradecimiento a los pelotaris que lo representaron les prepararon un gran homenaje para el día 8 de junio de 1925.
El recibimiento. Astiz y San Julián salieron de Pamplona hacia Lumbier en automóvil acompañados de varios amigos muy aficionados a este deporte. La Junta Directiva salió a recibirlos al puerto de Loiti y todos juntos llegaron a la villa sobre las 12. Para entonces un gran número de aficionados les esperaban en la entrada del pueblo recibiéndoles con la banda de música, lanzamiento de cohetes y una gran salva de aplausos.
Los vecinos los acompañaron en pasacalles hasta el Ayuntamiento donde les recibió una Comisión obsequiándolos con pastas y licores. El público seguía aclamando en la calle y pedía que saludaran desde el balcón. Los campeones salieron y les presentaron la copa, fue entonces cuando las ovaciones arreciaron emocionando a todos los presentes.
Posteriormente se les invitó a comer en el Casino y al terminar realizaron una visita a la foz de Lumbier donde se sacaron varias fotografías para el recuerdo.
La carrera. A las seis de la tarde Ignacio Astiz dio salida a una carrera pedestre infantil que el Club había organizado. El recorrido preparado tenía unos 2.000 metros. Se presentaron a la prueba 25 niños de entre diez y catorce años.
La clasificación final por orden de llegada fue la siguiente: 1. Felipe Alzueta, 2. Félix Ustárroz, 3. Fermín Juanto, 4. Tomás Zaro, 5. Bernardo Ustárroz, 6. José Juanto, 7. José Garisoain, 8. José Usoz, 9. Norberto Bezunartea, 10. Eugenio Aoiz, 11. Luciano Úriz, 12. Agustín San Martín, 13. Jesús Ballaz, 14. Andrés Lasa, 15. Pablo López, 16. Salvador Oyaga, 17. Eugenio Labairu, 18. Candelario Lasa, 19. Policarpo Lusarreta, 20. José Torres, 21 Jesús Ayerra, 22. Jesús Oyaga, 23. Juan Reclusa, 24. Alejandro Rebolé y 25. José Gutiérrez. Muchos de ellos serían los que en años posteriores formarían parte del equipo de fútbol que tantos triunfos nos dieron.
La cena. Después, hacia las 20:00h, la celebración siguió en el local de las escuelas de los chicos, donde se celebró la cena oficial con que el C.D. Ilumberri quería obsequiar a nuestros pelotaris. Tomaron parte 70 comensales y la cena fue servida admirablemente por Pedro Rebolé.
El Baile. A partir de las nueve hasta las doce, en la plaza vieja, la Banda Municipal, dirigida por el maestro Rebolé, interpretó su variado repertorio. Al finalizar, el baile prosiguió en el Casino hasta las dos de la madrugada.
La despedida. Tras el baile regresaron a Pamplona. El cronista señalaba: “No sabemos si habrán regresado satisfechos de las atenciones de que fueron objeto, lo que sí podemos decir es que todo el pueblo de Lumbier guardará el más grato recuerdo del afecto que han sabido demostrarles y todo cuanto ha hecho por ellos le parece poco para corresponder a la distinción que al comenzar el campeonato supieron hacerle”.
Los pelotaris, muy vinculados al pueblo, se fueron muy contentos por el reconocimiento que les dispensó todo el pueblo. A finales de ese mismo año, 1925, nos volvieron a representar en el II Campeonato Navarro de Pelota quedando de nuevo campeones.