Esta temporada la reciente creada Federación Navarra de Fútbol exigió a todos los Clubs constituirse y registrarse como asociaciones y para ello les exigió confeccionar y registrar unos estatutos que regulasen su actividad. El Ilumberri elaboró sus propios estatutos y los registró. En 2023 Carlos Zozaya los localizó en el Gobierno Civil y rescató una copia.
ESTATUTOS CLUB DEPORTIVO ILUMBERRI 1928
El 22 de julio de 1928 se creó, por fin, la Federación Navarra de Foot-ball en los locales del C.A. Osasuna situados en la plaza del Castillo de Pamplona. Pablo Archanco, representante de Osasuna y contador de su Junta Directiva, sería el primer presidente. El Ilumberri participaría en esta reunión fundacional representado por Tirso Seriola.
La Serie A, primera categoría, la conformaron con los equipos que ya jugaban inscritos en la Federación Guipuzcoana (Osasuna, Aurora, Indarra e Izarra de Estella). Al C.D. Ilumberri lo encuadraron en segunda categoría por haber acabado campeón del distrito.
Los estatutos. Al comenzar la temporada los clubes debían presentar sus estatutos aprobados por el Gobernador Civil de la provincia e inscritos en el Registro de Asociaciones, condición indispensable para poder federarse. El Club Deportivo Ilumberri presentaría correctamente los suyos. Esta sería la primera normativa oficial que regularía el funcionamiento del Club, de la que aún se conserva una copia.
Las fichas. El 1 de agosto comenzó en la recién constituida Federación Navarra de Fútbol el reparto de los documentos para confeccionar las fichas. Antes de las 8 de la mañana, hora de apertura de la sede, eran ya muchos los delegados de los clubes los que esperaban con impaciencia para poder disponer de ellas y conseguir la firma de los jugadores pretendidos antes de que se adelantaran los rivales.
Todos traían la cartera bien llena, no solo los de la capital. El Izarra Beti Aurrerá de Estella era de los más nombrados ya que pagaba 100 pesetas por ficha e incluso se ofrecía una cantidad por cada partido jugado. Todos los jugadores tenían ficha de amateur, pero era ya un hecho muy extendido la existencia de los llamados «profesionales marrones», jugadores aficionados que cobraban por jugar.
En ese maremágnum de fichajes que se cocía en la capital navarra se tenían que desenvolver José Bezunartea y Carmelo Ayerra en representación del Ilumberri. Testimonio de sus andanzas para fichar jugadores y así poder conformar un buen equipo son las cartas que se cruzarían con su presidente, Tirso Seriola, durante todo ese intenso mes de agosto.
La economía del club no podía competir con las ofertas que otros Clubs con más recursos. José y Carmelo se tenían que servir más de la amistad que les unían a varios jugadores conocidos que al peso de sus carteras para ficharlos.
El Ilumberri preparó un buen conjunto. José Bezunartea volvía al equipo desechando mejores ofertas. Ficharía al portero Falcón y al defensa Ignacio Blasco, que ya habían jugado como federados en el Indarra pamplonés. El villavés Oscáriz reforzaría la línea de ataque y más tarde se incorporaría Echeverría, un nuevo jugador para el centro del campo.
Estreno como equipo federado. El 7 de octubre de 1928 el Ilumberri jugaría su primer partido como equipo adscrito a la Federación Navarra de Fútbol, sería en el campo de Lardín y el rival, el mismo de la famosa final de San Juan, el Unión Club Pamplonés.
Tarde espléndida de domingo y llenazo en el campo. El Ilumberri vencería por dos goles a uno, siendo los autores de los tantos los hermanos Bezunartea. José tendría el honor de marcar el primer gol del Ilumberri como equipo federado. Sería a los cuatro minutos de juego «al lanzar desde 20 metros un cañonazo fortísimo que atravesó la meta como una exhalación».
El partido se disputaría con mucha deportividad. El once que presentó el Ilumberri estuvo formado por: Falcón; Mario Lusarreta, Ignacio Blasco ; Carmelo Ayerra, José Bezunartea, Agustín San Martin; Fermín Juanto, Norberto Bezunartea, Oscáriz, Jesús Labiano y Tomás Zaro.
Falta de gol. Este será el principal problema del Ilumberri en este campeonato. Los lumbierinos poseían un buen conjunto «en el que todos juegan bien y para el equipo, sin obsesión por el lucimiento personal y esto supone un avance en su fútbol «, sin embargo había perdido «lo que era en él característico, el empuje en la delantera y la facilidad en la obtención del goal». Sin Jacinto Meca, que para este campeonato fichó por el Erri–Berri de Olite, y sin Félix Purroy, el más añorado por la afición, los rematadores en el equipo brillarían por su ausencia.
La liguilla. El Ilumberri comenzó bien la competición, ganó en Lumbier al U.C. Pamplonés y empató fuera contra el potente equipo de La Navarra. Sin embargó tropezó en casa contra el débil equipo de Aoiz empatando a cero y este resultado le complicaría la clasificación. Según las crónicas, el Ilumberri dominó totalmente el partido pero careció de gol.
En la segunda vuelta, tras ganarle de nuevo al U.C. Pamplonés en su campo, se presentaría en la penúltima jornada imbatido, teniendo que jugársela en Lumbier contra el C.A. La Navarra. El partido levantaría muchísima expectación. Finalmente acabaría perdiéndolo por 1 a 2 con una pésima actuación del árbitro que le perjudicaría notablemente. En la última jornada ganaron los dos favoritos sus respectivos encuentros terminando la competición como segundo.
Este puesto, aunque se catalogaría como bueno, no satisfizo a todos los aficionados por igual ya que para algunos resultó un poco escaso después de los éxitos cosechados en años precedentes.