HARROBI

La cantera, que ya había empezado a compartir equipos con otros pueblos, se mostraba muy saludable gracias principalmente a Luis Guindano que hacía ya años que se encargaba de coordinar esta área. Él fue uno de los impulsores de compartir equipos de fútbol con otras localidades, medida muy acertada para poder mantener la cantera en casi todas sus categorías.

En fútbol, el equipo Cadete lo hizo muy bien, clasificándose octavo de un total de 16 equipos. En la Copa logró quedarse primero en la liguilla previa a las eliminatorias.

En fútbol sala destacó el equipo infantil, se acercaba una buena hornada. Esta temporada se clasificó primero en las dos primeras fases y segundo en la liguilla de campeones, un resultado espectacular para un club tan modesto. Esto llenó de orgullo a todo el Club: directivos, coordinadores, padres, aficionados y a todo el pueblo en general.

Los alevines también mostraron buenas maneras, clasificándose en mitad de la tabla en cada una de las dos fases. Los benjamines, que este año habían comenzado a competir, también se mostraron competitivos, clasificándose en los puestos templados de la liga.

El Ilumberri siguió apostando por la cantera apoyado por los coordinadores y los padres de los pequeños. Esta apuesta fue en realidad una necesidad ya que el Club la necesitaba para formar a los jóvenes y mantener los equipos de campo.

PROMESAS

El C.D. Ilumberri en distintos períodos de su historia ha tenido un segundo equipo senior, el Promesas, con el fin de preparar deportivamente a los jóvenes del pueblo antes de incorporarse al primer equipo. En los años 70 lo mantuvo activo durante 7 temporadas seguidas, del 73 al 80.

En la temporada anterior 2001-2002, ante la gran cantidad de jóvenes que deseaban jugar en el Ilumberri, el Club optó por sacar un Promesas en lugar de un Juvenil. Esta apuesta duró dos años, hasta la actual. A partir de aquí ya no ha tenido la oportunidad de volverlo a sacar por falta de jugadores.

En esta categoría han jugado muchos jóvenes de Lumbier que después han completado su andadura futbolística en el primer equipo, pero también han jugado muchos otros jóvenes que no han logrado el objetivo de competir con el primer equipo. Estos últimos han pasado más desapercibidos pero no por ello han sido menos importantes en la historia del Club.

Esta temporada 2002/2003 fue la última de los Promesas. En el cuadro adjunto se detallan los jugadores que participaron, información obtenida de las crónicas periodísticas. Los entrenó Joaquín Garde San Martín pero el pertinente carnet de entrenador lo aportó Josetxo Juanto, siempre dispuesto a ayudar al Club.

En el grupo donde quedó encuadrado, el de Pamplona, competían todos los equipos de la zona: Aibarés, Aurrerá, Beti Casedano y Cantolagua, que no pasaba por buenos momentos. La liga fue muy exigente ya que además jugaron equipos de la talla del Pamplona, Bidezarra y Avance.

La liga no le fue bien, se quedó el último. Sólo consiguió ganar dos partidos de un total de 26. Las victorias las consiguió en el Lardín contra el San Ignacio (2-1) y contra el Huarte B (2-0). El resto fueron todo derrotas, algunas importantes como el 0-7 que le metió el Pamplona o el 1-6 del Aurrerá. Mikel caminos se erigió como el goleador del equipo al marcar 8 de los 15 goles que consiguió el equipo.

SENIOR

PRETEMPORADA 3ª DIVISIÓN. TEMPORADA 2002-2003

El Club mantuvo la misma estructura organizativa encabezada por Joaquín Garde como presidente, Roberto Eleta como secretario e Isidoro Iriarte realizando la función de tesorero. El resto de la Junta estaba compuesta por Jacinto Iriarte, Ramón Vidondo, Alfonso Balda, Javier Garde, Aitor Garde, Juan Luis García, Daniel García y Gabriel Machín, todos ellos realizando estas labores de manera desinteresada.

En lo deportivo había planificado sacar un primer equipo en Tercera División, un promesas en Primera Regional, entrenado por el villavés José Luis Pardo Del Burgo, y un Cadete. Además, en fútbol sala iba a competir con un equipo Infantil, otro Alevín y un Benjamín. En total iba a gestionar unas cien licencias, cantidad muy importante para un pueblo de 1.450 habitantes.

Para llevar a cabo todo ello la Junta había estimado un presupuesto de 39.000 euros, contando con una masa de 280 socios y con el reto de llegar a los 300. Este gasto se tenía previsto cubrir con las tradicionales fuentes: cuotas de socias, patrocinador, entradas, sorteos, lotería y barraca. El tesorero del Club, Isidoro Iriarte, se mostraba esperanzado y deseando transmitir una buena imagen “….. llevar el pueblo de Lumbier con dignidad por Navarra y La Rioja”

Todos los jugadores del primer equipo eran de Lumbier, así como su entrenador, Fernando Burguete, por lo que el gasto por estos conceptos era mínimo. La plantilla era la misma de la temporada anterior con el refuerzo de Eduardo Juanto, que volvía al equipo.

Fernando Burguete, repitiendo por tercera vez como entrenador, veía al equipo con mucha moral y muy ilusionado ante el inminente comienzo de la temporada, pero a su vez transmitía mucha prudencia por la calidad de los contrarios y vaticinaba que estarían peleando por no descender. Le daba miedo el inicio de temporada ya que al coincidir con las fiestas patronales esa última semana, previa al comienzo, no iban a poder entrenar y debían estar muy en forma en esos primeros partidos porque iban a competir contra equipos que iban a estar en la parte baja de la clasificación.

La pretemporada no le fue mal, jugó un amistoso contra el Beti Onak en Villava, un clásico de esta categoría, realizando un buen partido aunque finalmente fue superado por 3-1.

Poco antes de comenzar la temporada fue invitado a jugar el torneo Villa de Obanos. La semifinal la jugó contra el Subiza, al que le ganó por 2-1. En la final se enfrentó al anfitrión, el Infanzones, jugando un partido muy serio. El Ilumberri se adelantó en el marcador pero los de Obanos con un doblete tomaron ventaja, los de Lumbier no se amilanaron y empataron a dos antes del descanso. En la segunda parte un gol de los locales les dio el triunfo y el torneo.

Esta temporada la Federación Navarra de Fútbol celebró el 75º aniversario de su fundación, editó un libro y realizó diferentes actos de celebraciones entre ellas un acto de reconocimiento a todos los clubs fundadores, entre los que se encontraba el C.D. Ilumberri, que estuvo representado por el Presidente, Joaquín Garde, y el Tesorero, Isidoro Iriarte.

Al finalizar la campaña y con motivo de la celebración del Nafarroa Oinez en Irunberri-Lumbier se celebró un torneo cuadrangular entre el Ilumberri, el Aoiz, la Peña Sport y el Osasuna Promesas. El trofeo se lo llevó el filial del Osasuna entrenado por aquellas fechas por el lumbierino Alfontso Gogorzena, exjugador del Ilumberri.

LA LIGA EN TERCERA DIVISIÓN. TEMPORADA 2002-2003

El campeonato comenzó el uno de septiembre en plenas fiestas patronales. El primer partido se disputó en el Lardín contra el Valle de Egüés, un equipo puntero dentro de la categoría. El resultado (0-4) resultó algo abultado aunque el Ilumberri mostró su bisoñez en el estreno de la categoría.

El siguiente partido visitó Rincón de Soto cosechando otra abultada derrota, 4-1, demasiada para los méritos que realizó. El gol lo marcó Óscar Primo que tuvo el honor de anotar el primer tanto en la categoría.

Los siguientes cinco partidos contra el Aoiz (0-1), Subiza (2-0), Urroztarra (0-3), Burladés 1-0 y Mirandés (0-2) se contaron por derrotas. No obstante, comenzaba a verse una mejoría ya que los rivales sufrían para llevarse la victoria. Cuando nos visitó el Mirandés, actualmente compitiendo en Segunda División, el encuentro levantó mucha expectación registrándose una de las mayores entradas. Llegaba como líder del grupo. El Ilumberri realizó un buen partido, dominando en varias fases del mismo. Sin embargo, la pegada y el aspecto físico determinaron que el partido se decantara a favor de los burgaleses con dos goles en los últimos minutos.

El primer punto lo logró en la 8ª jornada cuando visitó Tudela para enfrentarse al Lourdes. En el minuto 90 Fermín Juanto de potente disparo empataba a uno el partido y le daba al Club el primer punto en la categoría. La siguiente jornada nos visitó el Izarra de Estella, penúltimo en la clasificación. El partido comenzó bien ya que un gol de penalti de Fermín Juanto adelantó a los de Lumbier. El partido parecía encarrilado pero un nuevo penalti en los minutos finales, esta vez en el área local, provocó la igualada final. Una oportunidad perdida para abandonar el farolillo rojo y cargar de moral al equipo. Esta esperanza de reacción acabó enseguida ya que en las nueve siguientes jornadas sólo obtuvo dos empate en casa (Beti Onak 0-0 y Haro 2-2).

La primera victoria llegó en la 19ª jornada cuando nos visitó el Tudelano, un equipo cabecero de mucha solera en el fútbol navarro, al que se le ganó por 1-0. El gol de la victoria lo marcó Javier Redín desde el punto de penalti.

A mitad de temporada José Luis Pardo renunció a su puesto de segundo entrenador a raíz de un accidente de tráfico que sufrió. Joaquín Garde señalaba: ”personalmente quiero mostrar nuestro agradecimiento por los servicios prestados durante este tiempo (temporada y media). Al mismo tiempo le trasladamos nuestro ánimo para que retome pronto la actividad deportiva. Con nosotros ha sido un caballero tanto dentro como fuera del campo y la junta directiva que presido lamenta su baja”. Para estas fechas el equipo ya había percibido que la salvación era imposible, no obstante seguía luchando, jugaba buenos partidos pero los resultados seguían siendo muy pobres.

La segunda vuelta resultó muy similar. Cosechó una sola victoria y seis empates, muy poco rendimiento para las ganas y el juego que estaba poniendo. La falta de acierto en los metros finales fue una constante en muchos de los partidos, llegaba pero no definía.

La única victoria en esta segunda vuelta la consiguió contra el Aluvión de Cascante al ganarle por 3-2 en el Lardín con dos goles de Daniel Juanto y uno de Ángel Goñi. Los empates los logró en casa contra River Ebro (1-1), Subiza (1-1) y Chantrea (1-1) y en sus visitas al Izarra (1-1), Beti Onak (0-0) y Tudelano (2-2).

Así acabó esta extraordinaria experiencia. Aunque no brilló en lo deportivo, en lo emotivo resultó excepcional. Un bonito recuerdo para un Club modesto que con un grupo de jugadores, todos del pueblo, logró llegar y competir en categoría nacional, toda una hazaña.